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 (WEB EN CONSTRUCCIÓN)
 
 UNA CATEDRAL DE DIAMANTES.
 (Textos para Despertar)
 Diálogo con Eckhart Tolle(maestro espiritual)
 
 Vivimos atrapados entre el pasado y el futuro.
 
 La mente humana tiene un elemento muy grande de disfunción, casi de locura, basta 
ver la historia del siglo XX. Pero creo que estamos ante un cambio de conciencia.
 
 ¿Por qué?
 
 Recibo a diario cientos de cartas y correos de gente de todo el mundo que está 
experimentando esa transformación. Cuando se alcance un número crítico, veremos 
un cambio global.
 
 ¿Y en qué consiste ese cambio individual que será global?
 
 En tomar conciencia de que dentro de la mente hay una voz que constantemente habla: 
es el diálogo interior.
 
 Ruido...
 
 Dicen los psicólogos que el 98% de los pensamientos cotidianos son repeticiones de 
pensamientos antiguos. La mayoría de la gente se ha identificado con esa voz, cree que 
ella es la voz.
 
 ¿Y qué somos?
 
 El sentido de lo que soy, del yo, deriva de los pensamientos, de esa voz que me cuenta 
mi historia personal y las cosas con las que me identifico. Pero más allá de este yo 
superficial hay un yo más profundo con el que hemos perdido el contacto.
 
 ¿No somos un conjunto de vivencias y sentimientos?
 
 Nos identificamos con el pasado y nos proyectamos en el futuro. Nuestra mente busca 
la realización en el momento próximo: dentro de una hora, un mes o cinco años. Vivimos 
tratando de llegar al momento siguiente, y eso se ha convertido en un patrón mental que
nos hace vivir en un estado perpetuo de insatisfacción, porque no realizamos lo más 
importante que hay en la vida, que es el momento presente.
 
 ¿Cómo cambiar ese patrón mental?
 
 El primer paso es tomar conciencia de que hay una voz en mi mente que es en realidad 
un antiguo pensamiento que se repite. El segundo paso es hacerse más consciente de 
nuestra relación con el momento presente; es decir, preguntarse muchas veces al día cuál 
es mi relación con el momento presente: ¿trato ese momento como si fuera mi amigo o 
mi enemigo?
 
 Entiendo.
 
 O estamos en una situación de oposición al momento presente (no me gusta donde estoy, 
esto no debería pasar, no me gusta lo que haces...), o simplemente lo utilizamos para llegar 
al momento próximo en el que me gustaría estar. Así la vida se pierde.
 
 ¿Qué hacemos?
 
 Siendo consciente, tengo el poder de elegir transformar el presente en un amigo. La vida y 
el momento presente son lo mismo, no aceptarlo es estar contra la vida.
 
 Pero hay trabajos que terminar, proyectos...
 
 No estoy hablando de tiempo de reloj sino de tiempo psicológico. La mente es una 
herramienta útil: tengo ese proyecto y le dedico un tiempo de reloj con presencia.
 
 La disfunción es proyectarse mentalmente en el futuro, pensar que quieres acabar mientras estás en ello, eso es el estrés.
 
 Le daré algunos consejos: empiece por sentir la vida dentro de su cuerpo.
 
 ¿Cómo?
 
 Cierre los ojos y pregúntese cómo puede saber si su mano todavía está ahí; entonces 
la atención va de la cabeza - donde normalmente reside- a la mano: sentirá una cierta 
vitalidad en ella. Esa energía, ese calor, puede sentirlo en el resto del cuerpo. Sentir el 
cuerpo puede ser un ancla para el momento presente. Basta un minuto, pero hay que 
hacerlo varias veces al día.
 
 ¿Sentir la vida más allá de los pensamientos?
 
 Exacto, cada vez que lo haces estás presente. Otro consejo es tomar conciencia de las 
percepciones sensoriales. Si quiere entrar en el momento presente, ancle parte de la 
atención en el cuerpo y el resto en percibir lo que le rodea. La compulsión de nombrar lo 
que vemos y enjuiciar desaparece.
 
 En el hacer nos perdemos.
 
 Porque el ruido mental nos controla. Otra práctica es hacer las cosas cotidianas con 
consciencia, cosas que hasta ahora eran un medio para llegar a un fin. Sienta el agua fría 
cuando se lava las manos.
 
 No pensar, percibir.
 
 Así es, introducir poco a poco presencia en la vida, darle calidad. El momento presente 
no es lo que sucede sino tu consciencia.
 
 Debemos introducir esa dimensión en nuestra 
vida y durante un tiempo la vieja consciencia vendrá y nos perderemos en ella, pero 
volveremos a despertarnos.
 
 ¿Y las emociones?
 
 Son una reacción del cuerpo a los pensamientos. Si la mente me dice que una situación 
es mala o desagradable, el cuerpo lo acepta como realidad y tengo emociones negativas.
 
 Transformamos casi toda nuestra vida en algo problemático.
 
 El sufrimiento se acumula...
 
 Los pensamientos crean emociones, emociones que a su vez refuerzan viejos dolores 
emocionales. Pero si estás presente, el cuerpo dolor, como yo lo llamo, no puede utilizar 
tus pensamientos. Sabes que sientes frustración o rabia, pero no te identificas con ello.
 
 ¿Cómo romper la distancia con los otros?
 
 Por medio de los pensamientos yo me interpreto a mí mismo, me nombro mi vida como 
buena o mala, defino mi existencia por medio de palabras. Yo me lo hago a mí mismo y 
lo hago con las otras personas, ésa es la separación que cada persona siente: la pantalla 
mental que surge cuando lo único que tienes son tus pensamientos .
 
 Publicado por Marcela Alejandra Montes Vázquez (Alita) el 21 May 2008 a las 22:49.
 
 CONTINUARÁ>>>
 
 
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